UN VIAJE DE IDA Y VUELTA

URBANO FICHA POR LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, PERO REGRESA A PONFERRADA UN AÑO DESPUÉS. AQUÍ SE ENCUENTRA UN PROYECTO QUE AMBICIONA EL ASCENSO A PRIMERA B

El destacado papel de Urbano González con el Más y Más Ponferrada hacía muy difícil su continuidad al término de la temporada 90-91. Finalmente, quien se haría con los servicios del base leonés sería un ADUS salmantino que por aquel entonces estaba armando un proyecto ambicioso para llegar a la élite con numerosos fichajes.

No es fácil recabar información ni datos de aquella época más allá de saber que el equipo tuvo a lo largo de la temporada a dos entrenadores históricos del baloncesto charro como Isidro Álvarez y Benjamín Lucas. Fue un paso muy breve, finalizado cuando, al acabar la temporada, la Universidad de Salamanca decidió “cerrar el grifo” y se desmantelaría el equipo.

Plantilla del Universidad Caja Postal de Salamanca de la temporada 91-92 con Urbano González el cuarto en la fila inferior.

Sin embargo, quien vio aquellos partidos de la Universidad Caja Postal de Salamanca afirma que recuerda a Urbano como «un jugador importante en aquel equipo, todo pundonor y derroche físico». 

Toño Balsa, quien unos pocos años después llegaría a ser presidente del JT, recuerda los partidos que les enfrentaron esa temporada al equipo de Salamanca, en los que afirma que «Urbano firmó grandes actuaciones». Incluso uno de sus compañeros en Ponferrada, Andrés Natal, todavía recuerda que uno de esos encuentros acabó con triunfo charro por una canasta ganadora suya.

Los pocos ejemplares que se han podido rescatar de la hemeroteca con crónicas de partidos muestran a un Urbano que era claramente el máximo anotador del equipo. 

REGRESO A PONFERRADA PARA LIDERAR UN AMBICIOSO PROYECTO POR EL ASCENSO (TEMPORADA 92-93)

Después de la experiencia por tierras charras, los caminos de Urbano y el JT inevitablemente se volverían a juntar. El club ponferradino también estaba dando pasos adelante y ya se apostaba decididamente por el salto de categoría.

Veníamos del “verano olímpico” de 1992, en el que la entidad ponferradina daba un golpe de efecto con la celebración de un amistoso contra la selección de Ucrania y los bercianos jugaron reforzados por tres históricos del OAR Ferrol como Anicet Lavodrama, Miguel Ángel Loureiro y el ponferradino Manolo Aller.

Partido amistoso del Más y Más Ponferrada contra la selección de Ucrania con Anicet Lavodrama lanzando a canasta y Manolo Aller en segundo término.

Sin embargo, donde se demostró que se iba más “en serio” fue en la solicitud que el JT hizo para ocupar una de las seis plazas vacantes que iba a repartir la Federación Española de Baloncesto (FEB) para la liga antesala de la ACB: una Primera División B que vivía una ampliación a dos grupos.

La petición fue desestimada, pero la hoja de ruta no se movería ni un ápice el objetivo: el ascenso por la vía deportiva.

Urbano se reencontraba con una plantilla de caras muy conocidas y en la que seguían su hermano, Tito, Andrés Natal, Pablo López y Juan Neira como capitán del equipo. Y como prueba de las intenciones del JT por subir de categoría, encontramos incorporaciones de la talla de un veterano del Elosúa como Chus Sanguino, quien sería fundamental en el ascenso del año siguiente y el debut en EBA, y Dani Salvadores, tío de la jugadora internacional y MVP del Campeonato del Mundo U17 del año 2014, Ángela Salvadores. De tierras leonesas también llegaba un pívot vasco que se encontraba en la capital de la provincia por motivos académicos y que sería fundamental en el equipo de esa temporada: Felipe Ayastuy.

Plantilla de Más y Más Ponferrada de la temporada 92-93. Arriba: Toño Balsa (entrenador ayudante), Urbano, Tito, Ayastuy, Antonio Vecino (presidente), Eloy Vizcaya, Juan Neira, Sanguino y Luis Alberto Fernández (entrenador). Abajo: Randeiro (delegado), San Miguel, Héctor, Pablo López, Salvadores y Miguel Ángel Agudo (entrenador ayudante).

Junto a los mencionados Juan y Pablo, completaban la representación berciana Alberto San Miguel, el villafranquino Héctor y un Eloy Vizcaya que pasaba por ser uno de los jugadores más prometedores de la comarca y que disfrutó de minutos durante su paso por el Más y Más Ponferrada.

A pesar de partir como “favoritos”, no fue una temporada fácil en absoluto. De hecho, pese a mejorar la clasificación de las temporadas anteriores, no se llegó a tener aspiraciones reales de meterse en la fase de ascenso, cayendo en partidos clave con finales apretados y condicionados por lesiones inoportunas a lo largo de la temporada.

Dentro de las dificultades y de que el equipo no alcanzó el nivel de juego que se esperaba que consiguiese, varios de los compañeros de Urbano González recuerdan su enorme labor de vestuario, donde siempre intentaba buscar la cohesión del grupo y tener buenas palabras… Además, todas sus habilidades en la pista quedaban nuevamente más que demostradas, siendo totalmente imprescindible en minutos, derroche físico y anotación para Luis Alberto Fernández.