El Clínica Ponferrada SDP afrontará su segundo partido consecutivo lejos de su pabellón, el Lydia Valentín, desde las 18:00 horas de este sábado. Con la permanencia virtual prácticamente atada, jugará en el Doctor Juan Carlos Mateo frente a uno de los equipos, Damex UDEA Algeciras, que más se juegan en este tramo final de fase regular del Grupo Oeste de la Segunda FEB. En él, sin embargo, la situación de la escuadra berciana no es que sea buena, sino que incluso mejora actualmente las expectativas más optimistas.
Sin duda, es difícil escribir un guion mejor para el estado de euforia en el que está instalado el cuadro ponferradino después de encadenar cuatro victorias de forma consecutiva. De hecho, tras sufrir dos reveses en sus salidas a Albacete y Amorebieta, la escuadra berciana ha experimentado una notable evolución en su juego que la ha llevado a estar igualada con una posición, la segunda, que está ocupada por un equipo, Biele ISB, que el pasado fin de semana cayó a manos de un equipo que se está mostrando como uno de los más sólidos de la categoría en las últimas semanas.

Ambición: «Lo peor que podríamos hacer sería relajarnos»
En este sentido, Oriol Pozo, técnico del Clínica Ponferrada, reconoció que en el grupo están «muy contentos después del gran partido en una pista tan complicada» y opinó que «en los últimos cuatro partidos el equipo ha mostrado un nivel muy alto. Está más equilibrado», analizó el adiestrador catalán, que quiso evitar el exceso de euforia y recordó que «todavía quedan cinco jornadas» para acabar la fase regular. «Hay mucha igualdad y cualquier equipo puede ganar en cualquier sitio», puntualizó el adiestrador del cuadro berciano, que apostó por «seguir mejorando, trabajando».
Es por ello que exigió Pozo que el equipo siga esforzándose. «Lo peor que podríamos hacer sería relajarnos», enfatizó el preparador tarraconense, que destacó el trabajo del equipo y admitió que en el cuerpo técnico están «contentos con el progreso de los jugadores individualmente» porque prefieren «no depender de un jugador o dos. Es clave para que el equipo sea sólido», precisó el míster del cuadro berciano, que explicó que «hay jugadores que tenían que adaptarse a la categoría y al equipo» y se mostró satisfecho por el «nivel de competitividad en los entrenamientos».
La llegada de dos jugadores como Pau Treviño y Kingsley Obiorah ha elevado el rendimiento de la plantilla y jugadores como Adrià Moncanut o Álex Harguindey han incrementado su aportación para convertir al equipo berciano en uno de los más temibles de la competición. El notable trabajo coral fue el ingrediente principal para vencer el pasado domingo en Azkoitia y debe guiar desde ahora las posibilidades de una escuadra cuyas opciones se han multiplicado con una racha de juego y resultados que han superado las expectativas.

El rival: «Una gran plantilla»
En las antípodas se encuentra el cuadro andaluz, que ha vuelto a confiar en el técnico que inició la temporada, Miki Ortega, después de que Javi Malla, que lo había sustituido, no pudiera continuar. No ha conseguido reconducir su dinámica un equipo que está, tras las dos derrotas ante Rioverde Clavijo y La Salud Archena de las últimas jornadas, a dos victorias de la salvación que marca el equipo riojano y de los dos equipos, Ciudad de Huelva Emerita Resources y Bueno Arenas Albacete Basket, que ocupan los puestos de play-out.
Con la pretensión de salir de esa situación, el cuadro gaditano fichó al americano Nyameye Adom, que ya conocía la categoría tras su paso por Lobe Huesca; Issa Thiam, que empezó la temporada en el Teknei Bizkaia Zornotza; y Milos Jankovic, que la pasada campaña jugó en la categoría superior con Amics Castelló y es muy poderoso al rebote. Salieron Víctor Chernodolia, David Orrit, Sami Eleraky y Jere Vucica, aunque mantiene a otro bastión en el rebote, David Efambé, y Chuso González, que fueron dos de los destacados en la ida, en el Lydia Valentín, donde cayó por 76-67.
No espera Pozo un partido fácil en Algeciras, ya que, recordó, «el año pasado hubo un ambientazo y fue muy difícil ganar». Además, cree que su equipo va «a una pista complicada a pesar de la clasificación», ya que «es un equipo que ha sido capaz de ganar en Cáceres. Es un partido trampa, duro de jugar», subrayó el adiestrador de Tarragona, que agregó que «pese a la situación en que está, tiene una gran plantilla. Equipo con interiores que rebotean mucho, muy dominantes», detalló el técnico, que explicó es un «equipo que saca rendimiento de las segundas oportunidades».