Este mes, en nuestro espacio de entrevistas a las personas que escribieron la historia del C. B. Ciudad de Ponferrada (CdP), hablamos con Iván Cuesta, que fue director deportivo del club y actualmente trabaja en el Área de Deportes de la Diputación de León después de estar en un equipo de la localidad madrileña de Torrelodones.
1. Ciudad de Ponferrada: ¿Qué recuerdas con más cariño de tu etapa en el club?
Iván Cuesta: Recuerdo con mucho cariño la dedicación, pasión e ilusión con la que afrontaba cada día de entrenamiento. Llegué a Ponferrada siendo muy joven y con el baloncesto como centro de mi vida. Cada día era una nueva oportunidad para crecer personalmente y hacer crecer al club. El primer año, en el que pude jugar con el equipo alevín del club (recién creado ese año) la final de un torneo en León, siempre tendrá un hueco especial en mi memoria.
2. CdP: ¿Hay alguna anécdota divertida o memorable que te gustaría compartir de tu etapa en el club?
I. C.: Existen muchas después de cuatro años muy intensos. No podría ceñirme a un único momento, pero sí tengo guardado en mi corazón con mucho cariño los campus en Quiroga, donde los lazos con los jugadores y jugadoras se estrechaban y eso hacía que durante la temporada la unión entre técnicos y jugadores fuera mucho mayor.
3. CdP: ¿Cómo describirías el ambiente en el club durante tu etapa allí?
I. C.: En los despachos recuerdo que existía una actividad muy alta. Hay que tener en cuenta que mi primera etapa viene precedida de un cambio radical en el club y en su directiva, con nuevos planteamientos y retos tanto a nivel deportivo como económico y estratégico. Después del primer año de toma de contacto, asentar roles y poner nuevos objetivos con los medios que se tenían. Creo que conseguimos crear un ambiente de familia que se podía respirar en cada una de las actividades que se proponían. Las familias se volcaron con la filosofía del club y eso fue lo que hizo que se favoreciera un crecimiento como el que se vivió en tan poco tiempo.
4. CdP: ¿Quiénes fueron tus mayores influencias o apoyos dentro del club?
I. C.: Tres nombres propios me vienen a la cabeza: Tony Iglesias (en aquella época con la figura de Asesor Deportivo del Club), persona por la que tengo un respeto especial tanto a nivel personal como profesional con todo lo que ha aportado al baloncesto de la provincia durante tantos años; Javier Fernández (actual entrenador del club), con quien compartí muchas tardes y charlas sobre baloncesto y la vida, fue un gran apoyo en ambas etapas en el club; y por último, José Luis Velasco y su familia siempre me acogieron con mucho cariño cuando lo necesitaba. Les guardo un cariño especial.
5. CdP: ¿Cuál fue el desafío más grande que afrontaste mientras jugabas en el club y cómo lo superaste?
I. C.: El mayor desafío, echando la vista atrás, probablemente fue encajar cuando llegué en mi primera etapa. Hay que tener en cuenta que mi figura era la única dentro club que tenía un rol profesional y, siendo de primeras una persona ajena no solo al club sino a la ciudad, encajar, además entrando con nuevas ideas y rompiendo con lo que precedía, fue bastante duro. Hubo que tomar decisiones que en ese momento no fueron las más populares y mi figura se llevaba todas las miradas. Lo superé intentando ser ejemplo de trabajo y dedicación. Ahora ya no me toca valorar a mí si lo conseguí o no (ríe).
6. CdP: ¿Dónde estás entrenando actualmente y cómo ha sido tu experiencia hasta ahora?
I. C.: Actualmente, no estoy entrenando. Éste es el tercer año que no entreno a ningún equipo después de 19 temporadas consecutivas al pie de cañón. Los últimos 5 años, después de estar en Ponferrada, los pasé en Torrelodones, en el colegio San Ignacio, donde desempeñé labores de dirección técnica dentro del club. Actualmente, las prioridades en mi vida han dado un vuelco y la familia ocupa el primer lugar. El baloncesto, como cualquier otra actividad que se desempeñe con pasión, requiere de mucho tiempo que hay que quitarle a otras cosas. Volveré a pisar el parquet, de eso estoy seguro, pero no por el momento.
7. CdP: ¿Es fácil compatibilizar el baloncesto y la vida laboral?
I. C.: Yo siempre he tenido la suerte de que mi pasión, el baloncesto, fuera mi trabajo. Desde que acabé la carrera, siempre me dediqué a tiempo completo a entrenar y la dirección técnica de diferentes clubes. Como comentaba anteriormente, no solo el baloncesto, sino cualquier actividad, dependiendo de lo involucrado que estés con la misma, va a requerir de sacrificios, no tanto a nivel laboral (ya que se tiene que buscar coordinación en los horarios), sino en la vida personal. Hay que tener en cuenta que esto mucha gente no lo ve. Los entrenadores, en cualquier disciplina deportiva, entrenan para competir y esas competiciones normalmente se llevan a cabo fines de semana y fechas en las que los niños tienen vacaciones, lo que conlleva un esfuerzo, como digo, sobre todo a nivel familiar, muy grande. Yo, personalmente, en la época de Ponferrada, tengo el recuerdo de comenzar la pretemporada en agosto y no parar ningún día completo hasta finales de mayo-junio, cuando el volumen de eventos y competición bajaba.
8. CdP: ¿Qué objetivos personales o profesionales tienes para el futuro en el ámbito deportivo?
I. C.: Ahora mismo estoy trabajando en el Área de Deportes de la Diputación de León y la verdad que estoy muy contento. Para este año tengo encima de la mesa un proyecto para fomentar el baloncesto en su modalidad de 3×3 en la provincia y espero se pueda llevar a cabo. Ayudar a la provincia, con las peculiaridades que ésta tiene en el ámbito deportivo, ahora mismo es mi prioridad.
9. CdP: ¿Cómo recuerdas tu etapa como jugador de formación?
I. C.: Como jugador de formaciónm tendría que separar dos etapas muy diferenciadas: la primera, cuando comencé a jugar al baloncesto en la Bañeza, donde siempre le reconoceré a José Ignacio, que fue el que plantó la semillita del amor por este deporte dentro de mí. Esa etapa la recuerdo con mucho cariño y diversión. Y una segunda etapa, en el Colegio Leonés, donde la competitividad y el sacrificio fueron las notas dominantes. Ambas, a día de hoy, puedo decir que me aportaron lo que necesitaba en cada momento y moldearon lo que hoy en día es mi carácter y personalidad.
10. CdP: ¿Recuerdas alguna anécdota divertida o memorable que te gustaría compartir de tu etapa de jugador?
I. C.: Recuerdo muy nítidamente una «charla intensa» de Don Pepe Estrada en el Hotel Temple, siendo cadetes de primer año, en un Torneo de Reyes y después de una derrota abultada ante Baloncesto Fuenlabrada. Le preguntó a un compañero de equipo a ver si le dolía algo y la respuesta de Pepe fue: «¿Sabes lo que me duele a mí? El alma cuando te veo jugar…» En su momento, no nos hizo mucha gracia, pero viéndolo con perspectiva, la verdad es que ahora lo recuerdo como una frase memorable.
11. CdP: ¿Tienes algún equipo de baloncesto que sigas con especial interés?
I. C.: Trabajo desde hace varios años para una empresa que realiza scouting a nivel mundial y perfectamente puedo ver a la semana entre 10 y 15 partidos. Sigo en general la Liga Universitaria Americana, la NBA y la Euroliga. Estoy bastante desconectado de la ACB.
12. CdP: ¿Quién considerarías que es tu ídolo y por qué?
I. C.: Yo, como la mayoría de la gente de mi generación, creo que tenemos el mismo ídolo. No hace falta dar muchas razones para realizar la siguiente afirmación: «I want to be like Mike».
13. CdP: ¿Por qué elegiste el baloncesto por delante de otros deportes?
I. C.: Por mi hermano. Mi hermano mayor siempre jugó a baloncesto, en la cantera del extinto Elosúa, y yo los fines de semana lo animaba desde la grada. Recuerdo con cariño esos duelos entre las canteras del Elosúa y el Fórum Valladolid, saltaban chispas. Luego, por las noches, de madrugada, me despertaba con él para ver los partidos de la NBA y ‘Cerca de las estrellas’ con Ramón Trecet. Puedo afirmar que mi hermano fue el «culpable».
14. CdP: ¿Cómo ves la evolución del CdP después de varios años fuera de él?
I. C.: La evolución ha sido meteórica. Teniendo en cuenta que yo llegué al CdP en el año 2012 y el club durante ese año tenía un único equipo de cantera en Autonómica (Júnior) y el equipo Sénior comenzó desde lo más bajo (Liga Provincial), creo que poco más hay que añadir. Conociendo el club desde dentro, creo que Oscar [García], presidente, y José Luis [Velasco], vicepresidente, en los despachos tienen gran parte de culpa de todo lo que está sucediendo. Construir un equipo y mantenerlo año tras año, incluso jugando fases de ascenso en una competición tan exigente tanto económica como deportivamente como la Segunda FEB, tiene un mérito encomiable.
15. CdP: Define lo que es para ti escuchar la palabra BALONCESTO en una frase.
I. C.: Para mí el baloncesto es una pasión que trasciende el juego, un vínculo eterno construido con esfuerzo, aprendizajes y el deseo de inspirar a través del deporte.
16. CdP: ¿Qué consejo darías a los jugadores que hay actualmente en las categorías de formación del club?
I. C.: Que disfruten cada momento. La etapa de formación de un jugador es la más bonita y se pasa, por desgracia, muy rápido. Les diría que utilicen el baloncesto y todo lo que este maravilloso deporte ofrece para viajar, conocer gente nueva, amigos, rivales… Que utilicen cada experiencia para crecer como personas, en los momentos mágicos de las victorias y en los duros duelos de las derrotas. En definitiva, que aprovechen cada momento que tengan un balón en las manos.